miércoles, 24 de junio de 2009

Más anteojitos cool que en el BAFICI

Cool esteticista: persona de conciencia mayor a la de un cheto que en busca de la distinción estética y el gusto refinado, no cede ante la posibilidad irritante de que otros lo identifiquen como un hippie. Abundan estos sujetos en los festivales de cine independiente, los eventos del gobierno de la ciudad y los pubs lesbo-cool de Capital Federal. Orgulloso y confiado en su minimalismo de expresión, atraviesa el aire convencido de que una buena imagen lo resguardará de la suciedad del mundo.

Intelectual snob elitista: hijo intelectual del snobismo elitista de la carrera de Filosofía o Letras, este micro-mundo le confiere un soporte simbólico tan fuerte que sólo puede abandonarlo si sus genitales son absorbidos por una maestría en una universidad francesa. Minucioso y detallista en la elección de palabras, pues un par de imprecisiones podrían volcarlo a la exclusión perpetua del escenario de sus valores. Asiduo lector de Heidegger y de otros tipos con peor onda.

Nati, la chica progre: frecuenta las ferias de Chacalermo con sus alforjas y sus anteojos retro, intentando acercarse lo más posible al núcleo íntimo de la verdad étnico-alternativa. Principista que siempre entrega monedas a los pobres y a la hora de votar lo hace por Pino Solanas, quien encarna mejor que nadie la dignidad nacional -clase media profesional. Es posible encontrar también a Nati en talleres de Danza Butoh del C.C. Rojas o veraneando en Cabo Polonio.

Bohemio naturista/ new age: convencido de que Marx le ha prestado más atención a la lucha de clases que a la cuestión ambiental, éste mártir de la comida sin conservantes ni aditivos ha decidido que una buena onda vale más que mil palabras. El Ashtanga Yoga ha cambiado de raíz su vida, al punto que pronuncia Ioga. Entusiasmado porque mucha más gente se sumó a la onda globulitos antes de que desfalleciera como ocurrió con el propóleo en la era de su adulteración, nos afirma que uno debe enfrentar el cansancio acudiendo a un profesional que nos alinee la energía.

Bohemio nerd: quizá el tipo de bohemio con menor conciencia de clase. Sujeto inadecuado para la interacción social, de modales hoscos, atraído por lo bizarro, lo esperpéntico y lo desagradable. Coloca su carga erótica en seres de fantasía como los de Star Wars, inhabilitado para descubrir el encuentro con el Goce de la realidad out there. La variada oferta de comics en tiendas de la avenida Corrientes, lo ha mezclado con la marginalidad bohemia más puramente literaria o ideológica. Su lema: evitar el estado físico y la conciencia corporal y usar remeras transpiradas con la imagen de superhéroes.

Vamos con un par de lumpenes

Lumpen merquero “alguna-vez-fui-de-familia-bien”: en granja de rehabilitación de hotelería Swiss Medical, costeada por el padre que quiere conservar de él tan sólo la foto en la billetera, este joven aprende a renunciar a su decencia. Así se gradúa de ente extraviado, maravilloso para crear poesía dadaísta a la hora de dar una instrucción para llegar a una dirección.

Lumpen nacionalista/ fachistoide: persona que ha resuelto acrecentar el tamaño de su pene a través de juicios ofensivos sobre las minorías étnicosexuales. Persona que ha creído siempre en Perón, sobretodo cuando éste ya era un viejo de mierda, envidioso de la juventud y su potencia. Persona marginal en su extremismo y oprobiosa en su existencia.

Lumpen mochilero: Persona errante de precaria estabilidad, que busca refugio en el paisaje, y lo que encuentra es una ficción propuesta por lugareños silenciosos que venden chipá. Significa la quietud en una estación de trenes y el desdén por lo propio que se diluye en las tierras de lo ajeno. Sin embargo, no tan parasitario como el lumpen artesano.

Lumpen malabarista: excluido del trono auténtico del arte, él reivindica esta condición y pertenencia con un plus de autoidentificación a los valores y los modos de lo estético. Psuedoartista engreído y de poca cultura, comportándose como un perro o un bebé cuando le toca ser público: incapaz de comprender y disfrutar aquello que no es colorido ni está en movimiento.

Lumpen místico/new age: artesano de las ilusiones y parásito al servicio de la gente débil que acepta su vida coordinada por los astros. Inclinación por abusarse de abstracciones como la energía o la onda que lo colocan en un campo alado con olor y gusto a lavanda. Desdeñador de la racionalidad y la instrumentación en su sentido positivo, el místico new age realiza tan poco como se lo indica su destino.

Lumpen artesano/hippie: gárgola que pretende que el mundo valorice su alambre de púa, abanderado del mal gusto de los duendes y los atrapa sueños; sobreviviente de la piedad y la confusión de los otros que se dejan cautivar por cuentas y dijes cuando son sacadas del contexto de las calles del Once. Señores que alimentan el abastecimiento fácil y el sacrificio ajeno, si abandonasen sus mochilas podrían volar más rápido.

lunes, 22 de junio de 2009

53 tipos de jovenes argentinos. Empezamos por 3

Cheto doble apellido de Barrio Norte: Le pone a sus hijos nombres como Felicitas o Benjamín. Si consigue llegar a un club de zona Norte, también es rugbier. Es abonado a las marcas La Martina, Legacy y Cardón, por su reminiscencia con una imagen idealizada del campo donde los sucios hilos que determinan su posición social se purifican en una esencia bucólica, propia de las entrañas del ser nacional.

Cheto del interior: quizá el que posee valores más conservadores entre los chetos. Bastante sorprendido y aturdido frente a la corrosión moral porteña, cada vez que se acerca a estas tierras a estudiar medicina o derecho. Fálico incluso si se trata de una cheta femenina, e invadido enteramente por el sentido común occidental, blanco y masculino. Más conectado con el folklore y las peñas que un cheto cualquiera, buenos refugios aquellos contra la corrupción cosmopolita/metropolitana.
Cheto conservador: se los reconoce por volcar la libido en su futuro profesional y en la reproducción de los patrones familiares asignados. Necesitado de símbolos de prestigio y de seguridad; caratulador de lo “normal” y buscador de definiciones aceptadas. Si llegara a toparse con un ácido lisérgico, la rigidez de su estructura mental no toleraría el encuentro y el sujeto rápidamente psicotizaría.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Mi último aforismo

"Mi vida era un camino directo al fracaso. Pero iba en contramano"

lunes, 8 de septiembre de 2008

Monólogo de las velas en las fiestas de 15

Mi prima está dudando si hacer o no velas. Yo hice velas en mi fiesta de 15. Mi fiesta de 15 fue muy emocionante. Me regalaron una torta gigante, del que salió una mujer bellisima despampanante, que me rechazó. Lo de siempre...

Entiendo que figuarar o no entre los elegidos para las velas, o incluso la posición (cuanto más tarde mejor, más amor y consideración). Intenté darle una solución a este problema: velas de emergencia abajo de las sillas. En caso de pánico, recurra a ellas.

Justo se cortó la luz así que dije al micrófono: "Esta vela se la quería entregar a una persona que siempre me bancó y creyó en mí, pero dado que se cortó la luz, vamos a repartir una vela a cada mesa, incluso a aquellas mesas que no me bancaron ni creyeron en mí"

Es interesante también como en alguna ceremonia el homenajeado hace el relato de las "motivos" por los que le da la vela a la persona en cuestión (porque no se entregan velas en vano, claro está): "Esta vela se la quiero dedicar a mi abu. Siempre estuvo conmigo, por lo menos en 231 oportunidades. Me pasó a buscar por las clase de tenis 4 veces, por la escuela 6. Nunca me dejó esperando más de 30 minutos"

Mi prima tiene la idea de dar una vela con una carta omitiendo la ceremonia. Pero eso es rídiculo. Sería como mandar un mail...o un mensaje de texto: "vs smpr m apyste y stviste cnmigo.grcias"

Amor y juventud

Me gusta una mujer que está convencida de estar conmigo. Es un desafío derribar su convicción.

La juventud es una virtud que consiste en haber hecho algo por menos tiempo.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Fumar y dejar de fumar

Te dicen que por cada pucho perdés 2 segundos de vida. Es decir, que si no fumás un pucho extendés tu vida 2 segundos. Los 2 segundos más chotos de la vida...son los últimos...ya estás hecho mierda...quién quiere conservar esos 2 segundos!